Siendo 1991  iniciamos este caminar ...
nos dijeron que era imposible!
Pero logramos crear conciencia!
Siendo 1991  comenzamos ... nos dijeron que era imposible!
Pero logramos crear conciencia!

 

Hemos abierto este espacio a fin que ustedes como receptores de la  instancia que hemos creado -no solo de capacitación- sino de información y de compromiso con este que es nuestro objetivo ... crear conciencia.
Romper ese velo que nos impide crecer y avanzar hacia un mundo mejor en este que ha sido nuestro proyecto desde 1991 ... 
Antes ya fué de quien sentara precedente importante en el decir, dejamos para ustedes este valioso registro ...

 

 

Quiénes somos
 
Como una alternativa de contribuir a una mayor independencia energética en nuestro país y a disminuir las emisiones de dióxido de carbono, que actualmente son la principal causa del efecto invernadero (calentamiento global del planeta), Consultora Beta en conjunto con prestigiados Docentes Universitarios y Profesionales expertos en Energía Solar, está impartiendo desde 1991 Cursos de Energía Solar, proporcionando a los alumnos una formación científica y técnica, para  aplicar los conocimientos a nivel residencial o industrial, que les permita tener una plena autonomía energética. Chile es un país de sismos y terremotos, donde hay que estar preparados para cuando ello ocurra y la Energía Solar es la mejor opción de no quedar incomunicado o a oscuras al no tener electricidad.
 
A la fecha ya han participado más de 23.000 alumnos: ingenieros, arquitectos, abogados, médicos, estudiantes, trabajadores, dueñas casas, electricistas, agricultores, etc y hemos formado profesores para ayudar a la difusión de la Energía Solar y somos la Institución Pionera y más antigua de Chile con Reconocimiento Nacional e Internacional, que nos sitúa como Líderes en la Capacitación de las Energías Renovables en Chile
 
Por otra parte, nuestras actividades de extensión comprenden Seminarios, exposiciones, ferias solares, Turismo Astronómico y Arqueológico, con el propósito de promover y difundir la Astronomía en Chile, como país contamos con los cielos más transparentes del planeta, constituyéndonos en una gran ventana al Universo.
 
Nuestro objetivo: Es capacitar a las personas en la instalación, diseño, cálculo y mantención de equipos de Energía Solar en sus diferentes aplicaciones (fotovoltaica, térmica, bioclimática, frío solar, eólica, radiante, hidráulica, etc) a través de un método de estudio de fácil aprendizaje e interactivo entre profesor y alumno, proporcionando una formación científica técnica. Asimismo, mejorar las expectativas laborales de las personas o bien que puedan iniciar una actividad comercial con los conocimientos adquiridos. Para promover y difundir en Chile el uso de la Energía Solar.
 
Consultora Beta ha organizado desde el año 2007 al 2010 la Feria Internacional de Energía Solar, con la participación de varios países. En el 2010 se organizó "Energizate", para continuar promoviendo el uso de la Energía Solar a través de actividades artísticas, seminarios y exposición de equipos.
 
¿Por qué pagar por agua caliente, electricidad, calefacción, refrigeración ... Si puede obtenerlas gratis?

C.A.M.R

La científica que predijo hace 164 años

el cambio climático... y no pudo presentar en público su trabajo por ser mujer.

Eunice Newrton Foote nació en Connecticut en 1819. Fue científica y una luchadora por los derechos de las mujeres (Carlyn Inverson, NOAA.)

Ese día de agosto de 1856, la lámpara incandescente y el teléfono (versión del italiano Antonio Meucci) eran casi recién nacidos, a la bicicleta le faltaba un lustro –lo mismo que al dirigible–, y bastante más el termómetro clínico, la máquina de escribir, el automóvil, la Coca Cola… ¡y la pastilla de jabón!

Pero ese día, una mujer, Eunice Newton Foote, norteamericana de Connecticut, nacida en 1819, se animó –se atrevió– a presentar una investigación ante la Academia Americana de Ciencias y Artes: “Circunstancias que afectan al calor de los rayos del sol”.

Para llegar a esa hipótesis usó tres campanas de vidrio de 76 centímetros de largo. La primera, llena de vapor de agua. La segunda, de dióxido de carbono (CO2). La última, de aire. Las expuso al sol, y comprobó de que modo el calor solar modificaba el contenido de las campanas.

Suenen trompetas: según lo sucedido en la segunda…, descubrió el drama –la tragedia, en verdad–, del cambio climático y el calentamiento global.

Sin embargo, no pudo (no le permitieron) subir al estrado y advertirle a la humanidad la lenta pero inexorable catástrofe que se abatiría sobre el planeta. ¿¡Una mujer en ese ámbito sagrado y dominado por hombres!? Anatema…

Y mucho más si predecía, como una bruja o un ente demoníaco, la contaminación del aire, el aumento de temperatura en los océanos, el deshielo de los glaciares, la muerte de especies, y la avalancha de basura generada por los humanos…

No tuvo otra salida que acepar que su trabajo fuera expuesto por un hombre: el profesor norteamericano Joseph Henry. Sus palabras antes de empezar:

–La ciencia no es de ningún país ni tiene sexo. La esfera de la mujer no sólo abarca lo bello y lo útil, sino lo verdadero.

Pero el físico irlandés John Tyndall, que unos años después publicó un trabajo similar –con mínimas modificaciones–, ignoró el hallazgo de Eunice. Con total desfachatez, dijo: –Hasta hoy no existía un experimento similar.

El 11 de septiembre de 2019, a 163 años del aquel episodio, un grupo de mujeres encabezado por Mary Robinson, presidenta de Irlanda, lanzó un comunicado que es también un claro acto de justicia: “El movimiento climático no puede tener éxito sin un incremento del liderazgo de las mujeres en el mundo. Mujeres y niñas ya están liderando audazmente la justicia climática, abordando la crisis de manera que cure, en lugar de profundizar, las injusticias sistémicas. Sin embargo, esas voces, a menudo, están poco representadas, y sus esfuerzos no son suficientemente respaldados. Es el momento de reconocer la sabiduría y el liderazgo de estas mujeres”.

Un largo camino… Recién el 19 de julio de 1848, en Seneca Falls, Nueva York, ante trescientas almas –hombres y mujeres–, fue aprobada y celebrada la Declaración de Sentimientos: texto fundacional del feminismo como movimiento social, inspirado en luminosa base: la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.

La "Declaración de Sentimientos" de la Convención de mujeres de Seneca Falls de 1848 que lleva la firma de Eunice Newton

Derecho de antiguas raíces: las primeras protestas de mujeres contra la esclavitud. No es casual que en esa declaración se lea: “La historia de la humanidad es la historia de las repetidas vejaciones y usurpaciones perpetradas por el hombre contra la mujer, con el objetivo directo de establecer una tiranía absoluta sobre ella”.

Entre los firmantes estaban Eunice Newton y su marido, el matemático y abogado Elisha Foote, y comisionado de la Oficina de Patentes entre 1866 y 1869: tres años y un lugar que les abrieron las puertas para patentar algunos de sus inventos: el relleno de suela de botas y zapatos (sic), una cosechadora, una secadora y una máquina para encuadernar…

Al parecer, Eunice apoyó su investigación en el clima del período cálido del Devónico tardío y el comienzo del Carbonífero, 360 millones de años antes. Algo que había sospechado dos décadas antes el médico y filopaleontólogo francés Adolphe Theodore Brongniart.

Ambos coincidieron en asegurar que –según la vegetación fósil de ese período– la atmósfera tenía un altísimo contenido de dióxido de carbono.

A pesar del vacío sufrido por Eunice al intentar presentar su hipótesis, un mes después, en una columna de la publicación Scientific American titulada “Scientific Ladies”, alguien escribió: “Algunos no sólo han mantenido, sino incluso expresado, la idea de que las mujeres no poseen la fortaleza mental para dedicarse a la investigación científica. Debido a la naturaleza de las obligaciones femeninas, pocas de ellas han tenido el esparcimiento o la oportunidad de dedicarse a la ciencia de manera experimental, pero las que han tenido el gusto y la oportunidad de hacerlo han demostrado tanto poder y habilidad como el hombre”.

Pionera del Efecto Invernadero, Eunice murió en 1888, a sus 69 años. Elisha, seis años antes.

Tuvieron dos hijas: Mary y Augusta. La primera, artista y escritora, llegó a presidenta de la Asociación para el Sufragio Femenino, de Misuri. Su hermana escribió el libro The Sea at Ebb Tide (El Océano y la Marea Menguante): estudio de los organismos que hay en las playas norteamericanas.

En la misma senda que su madre.

 

Fuente: Infoabe.com

Nos interesa tu comentario ... postea aquí